Sunday, November 04, 2007

KOLISRAEL.TV: Re: Acerca de la intrusión de esta señora "Mara", que acaba de meterse acá "en casa" sólo para insultarnos

Re: Acerca de la intrusión de esta señora "Mara", que acaba de meterse acá "en casa" sólo para insultarnos
de funambular funambular - Sunday, 4 de November de 2007, 00:32
 
Shalóm, javerím, shavúa tov!
Como parece que un mensaje que escribí hace horas ha desaparecido enteritito sin que yo ahora logre encontrarlo, acá intentaré re-escribir lo escrito. Sabiendo desde ya que no lo conseguiré, trataré, por lo menos, de resumir.
"Ocupemonos de la Tora que la cabala solo es un complemento", decía Elisa. Y es lo que llevo días queriendo decir.
Hasta donde sé (si me equivoco, plis, que me corrijan), la cabaláh sólo puede ser estudiada con JUDÍOS, VARONES, mayores de 40 AÑOS (¿o eran 30?).
Últimamente, una especie de fiebre por lo esotérico está haciendo que tanto judíos como no judíos se acerquen a la cabaláh, con la misma efusividad con que se acercan al chamanismo amazónico o a las filosofías orientales en boga, al budismo zen o al pensamiento hindú. Nada, sin embargo, tienen para decir al judío las modas occidentales, sus patrones de valores o de conducta. Siendo así que, si a un no judío le da por agarrar libracos de cabaláh y ponerse a estudiar (creer que estudia, bah), al judío corresponde, ya que no impedirlo, tampoco facilitarlo: proteger, en fin, la sabiduría milenaria de la cabaláh y mantenerla dentro de los límites que le son propios y de los que nunca debió salir. Nada tiene que decir al judío el espíritu divulgativo (tan ligado a los proselitismos) de Occidente, cuando se trata de cabaláh: que no de geografía, matemáticas o historia estamos hablando.
Cuando se dice que sólo judíos, sólo  varones y sólo mayores de una cierta edad (vale decir: estudiosos, eruditos de la Toráh), no se está siendo restrictivos: sólo se está aclarando quiénes son aquellos que lograrán, del estudio de la cabaláh, un estudio constructivo y para bien. Sucede, a veces, que las fuentes del más puro bien pueden también, usadas de modo inconveniente o erróneo, convertirse en fuentes de mal: cuando quienes se les acercan no tienen la preparación adecuada y lejos quedarán de obtener de ellas el bien que ansían.
Los libros de cabaláh no son, como se decía, manuales de geografía o historia. La cabaláh es la sabiduría milenaria del pueblo hebreo; y es la puerta a una dimensión específica del conocimiento. Una dimensión a la que no puede accederse desde las filosofías occidentales y seculares, desde esoterismos de diversa índole, desde ninguna de las disciplinas al uso. Pues no otra puerta de entrada a la cabaláh hay que el cumplimiento de mitzvót y el estudio de la Toráh. Tales son los principios que rigen para el judío. Al no judío, no hay mucho que decir.
Shalóm, javerím, vebrajót!

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